Ahora no existían barreras que me impidieran hablar, me localizaba ahí, en ese mismo parque que tiempo después se convertiría en mi lugar favorito para gastar las horas inmortalizándola. Caminamos por el perímetro, se detuvo en una banca y tomamos asiento. La mire fijamente, pero todavía no me atrevía a decir nada, era difícil explicar en esos momentos lo que me estaba pasando. Fue entonces cuando ella me dijo: “Bueno, me trajiste aquí para hablar, pero veo que no piensas decir nada”. Al fin me arme de valor e intente de explicarle en primera instancia que no era fácil para mí hablar de ese tema con ella. Tal vez, interpretaría inadecuadamente mis palabras y claramente no quería que sucediese eso.

El viento comenzaba a soplar fuerte, era extraño, pues siendo alrededor de las tres de la tarde, el sol se aprestaba a salir raudo para terminar con el triste cielo nublado. Con aquel contexto, le manifesté los principales motivos, por los cuales había caído en desolado desconcierto: “Te juro que nunca me imaginé que me preguntarías eso. Este tema, es para mí un poco delicado, ya que implica hablar de Amor y esas son palabras mayores; tú bien sabes que cuando iniciamos esta relación, quedo todo claro, pues se trataba de divertirnos, desde el principio nos gustamos y fue una decisión mutua de pasarla bien juntos”. Quizás no fue la mejor respuesta dada hasta ese momento, pero fui muy sincero al expresarlo.

- No pretendo sacarte en cara nada, pero sabias a lo que te atenías conmigo. -le dije-.

- Esta bien, entiendo y no te reprocho nada, lo sabía, lo admito, pero esa no fue mi pregunta. Yo te hablo del presente, más no del pasado. -me contestó-.

- Lo sé y precisamente a eso iba. Hablar de amor no es tan sencillo como parece; es más, para basar una relación en amor, tiene que provenir de ambas partes. -añadí-.

- Entonces debo asumir esas palabras, como un NO te amo. -agregó-.

Ocurría, lo que me temía, se adelanto a mis palabras y su cabeza e imaginación ya habían volado años luz. No hallaba el modo de decirle que me sentía confundido y que mis palabras no fueron necesariamente un rotundo NO. En un santiamén, había sacado sus propias conclusiones y no eran esencialmente las adecuadas; al parecer se añadió un factor más a mi difícil problema de no precisar en mis explicaciones. Ahora no solo, no sabía que decirle, sino tenía también que combatir en contra de su juicio prematuro. Fue verdaderamente dificultoso encontrar la forma apropiada de hacerle entender lo que sucedía en mi y más aun pretender hacerlo sin que le afectara o que se sintiera mal por ello.

¿Cómo explicarle que no me sentía apto para dar el siguiente paso? ¿Cómo hacerle comprender que mis sentimientos hacia ella crecían lentamente y no a la velocidad que pretendía? ¿Cómo procurar que me entendiera, si prácticamente me había adjudicado una anticipada y errónea respuesta? ¿Cómo cambiar los hechos acontecidos hasta ese instante, si ya las cosas habían dado un giro inesperado?

Todo se torno gris, ciertamente me sentía mucho peor de lo que pude haber sospechado y ella todavía esperaba una respuesta definitiva. Enigmáticamente complicado fue pronunciar una palabra tan hermosa y a la vez tan significativa. Lo ideal era decirle lo que sentía y esperar a que me comprendiera o en definitiva decidiese alejarse con absoluto derecho. No podía darle más vueltas al tema, no era justo. No convenía dudar; un SI o NO, y punto final. Correspondía entonces deliberar cual sería la respuesta correcta.

Por un lado, tenía la tan ansiada afirmación, que virtualmente me conduciría a vivir memorables pasajes de mi existencia, pero como no todo es felicidad, implicaba mentirle o al menos eso suponía; hacerle creer que mis sentimientos se habían convertido en espontáneo y puro amor, no me hacía sentir del todo bien y a gusto conmigo mismo. Por otro lado, la sola idea de anteponer una negativa a su interrogante, me llevaba a pensar que me convertía en un completo egoísta, incapaz de corresponder a un sentimiento sincero. Vaya problema en que involuntariamente me había involucrado y consecuentemente solo disponía de dos opciones, las cuales parecían insuficientes ante aquel dilema. Lo pensé, lo pensé mucho y le dije:

- El decirte que basar una relación en amor, depende de dos personas, no quiere decir que no te quiera.

- Tú lo has dicho, estás hablando de cariño y no de amor. Lo acabas de decir muy claro. -me contesto-.

- Mira, voy a ser completamente sincero contigo y espero que me sepas comprender. -añadí-.

- ¿A qué te refieres? Creo que ya lo dijiste todo. -respondió-.

- La verdad es que siento algo muy lindo por ti, pero no estoy seguro que sea amor, y discúlpame si soy tan directo, pero creo que mereces que te lo diga por todo lo vividos juntos. -exprese-.

Un inesperado silencio nos invadió y lo único que se oyó fue el pasar de mi saliva; lento, muy lento, como si se hubiese tratado de un trago amargo. Mi mirada se postro en la suya y la mire fijamente, tal vez pidiéndole perdón por lo referido, ni siquiera yo mismo lo sé. Me sentía aliviado pero a la vez mal por responderle con tanta crudeza y firmeza, hasta que el mutismo se detuvo y quedo de lado para dar paso a una inadvertida exclamación de su parte.


- ¡Por favor, no soy tonta!, es evidente que no me amas y no es necesaria tanta diplomacia. -me dijo-.

- ¡No! Entiéndeme, no fueron esas mis palabras, simplemente no sé si es amor, y creo que tu mereces la verdad, o prefieres que te diga: “Ok, si te amo y se acabo”.-conteste-.

- Me parece absurdo de tu parte que digas eso, ¿Acaso no puedes diferenciar si cuando estás conmigo te pasan cosas? Es tan sencillo como eso, o le tienes miedo al compromiso, dime ¿Es eso? -respondió-.

- ¡Eh! mmm… ¿Por qué me preguntas eso? -añadí-.

- Esa no es una respuesta, solo responde ¿Es ese el problema? - increpó con ansia-.

- Esta bien, te lo diré…



Continuará...

1 comentarios:

On 29 de agosto de 2009, 15:38 , Anónimo dijo...

Llegué a tu blog de casualidad, y bueno eso no es lo quiero decir, sino que justamente toda esa historia que has escrito me sucede ahora, y realmente puedo imaginar el momento preciso en el que escribes todo esto. PD: La primera canción de tu playlist me mato!